Existen factores que provocan nuevos brotes?
Aunque los síntomas de la EM son muy particulares para cada paciente, y un brote puede aparecer sin previo aviso, hay algunos desencadenantes que se han implicado en la aparición de los brotes y en el empeoramiento de los síntomas.
Los más frecuentemente implicados van a ser:
La fatiga: Es muy característica la sensación de cansancio extremo en los individuos con EM. Se ha observado un claro empeoramiento de los síntomas previos al final del día o después de un ejercicio extenuante. El paciente comienza bien el día, pero según avanza la jornada, nota un empeoramiento de los síntomas de un brote previo, que vuelven a desaparecer al descansar. Por esto es tan importante un adecuado descanso nocturno o, incluso, hacer una pequeña siesta por la tarde si se tiene EM.
El estrés: El sufrir una enfermedad como la EM, ya de por sí va a generar estrés, algo que puede llevar a un estado depresivo. El estrés también puede empeorar la fatiga y el rendimiento intelectual en las personas con EM. No está claro que desencadenen brotes, aunque sí se ha observado un cierto mayor riesgo después de sufrir un intenso estrés físico, como puede ser un accidente con lesiones.
Las infecciones: Las infecciones sistémicas producidas por virus o bacterias van a estimular el sistema inmunológico para que nuestro organismo pueda luchar contra ellas. Las sustancias que genera nuestro organismo para atacar a los gérmenes son las mismas que están aumentadas durante un brote de EM. Así, el riesgo de sufrir nuevos brotes o un empeoramiento de los síntomas de uno previo, está aumentado.
El calor: Una infección que produce fiebre va a ser especialmente problemática, ya que el aumento de temperatura es uno de los factores principales para intensificar o que reaparezcan los síntomas previos de un brote. También durante el verano hay más posibilidad de la reaparición de los síntomas, aunque no se ha relacionado tan claramente con la aparición de nuevos brotes.